Casas Rurales con encanto en Navaleno

La Casona de Navaleno

Casa Rural

La Casona de Navaleno

Navaleno (Soria) España

El pueblo de Navaleno se ubica en el extremo noroeste de la provincia de Soria, dentro de la comarca de Pinares, entre Soria y Burgos, en un territorio que se extiende desde el embalse de la Cuerda del Pozo a la zona de Salas de los Infantes, delimitada por las sierras de la Demanda y Urbión al norte y el Cañón de Río Lobos y la sierra de Cabrejas al sur.
Jalonado por la carretera nacional 234, el núcleo pinariego ronda en estos momentos el millar de habitantes, manteniendo los servicios de una población mayor. En materia de industria está orientado a la transformación de la madera, y la fabricación de un mueble de calidad está dando nombre y creando riqueza en la población.
Pionero como destino turístico en la provincia, consiguió, a finales de los años 50 del pasado siglo, contar con la primera piscina olímpica de los alrededores. Fruto del interés que mostraban gentes de Zaragoza, Madrid, País Vasco y Cataluña por estar en Navaleno, se erigen urbanizaciones con hermosos chalets, inicialmente planteados para el verano, pero que hoy son segunda residencia para quienes visitan la población en distintas épocas del año, atraídos por los atractivos del lugar.
El término de Navaleno es origen y destino de etapas del Sendero Ibérico, el GR-86. Aprovechando las pistas y caminos se facilita el disfrute del paseo junto a una roca singular, un pino de categoría, un valle de helechos o un mirador de excelentes vistas. En un entramado casi laberíntico de senderos, se han señalizado siete rutas para facilitar el recorrido por esta tupida red donde fuentes y merenderos sirven al caminante de descanso y recreo.
Robellano, La Chorlita, La Raíz, La Ramona, El Roble, La Dehesa Nueva, El Lavadero Viejo, El Botón, La Loyola, Sotolloso…fuentes donde emana el agua clara, generalmente de alto conocido ferroso, pero fresca y saludable.
El recorrido por Navaleno es accesible, placentero y óptimo para cualquier edad. Valles, como Vallehondo y Cueva La Loba; laderas como La Decara, cerros como La Cruceja; miradores como el del Alto Cabeza La Fuente y Los Llanos; y rasos como Manarenas permiten al visitante entrar en una variedad de paisajes impresionante e inspirar sus más tiernos sentimientos.
La Iglesia parroquial de San Esteban Protomártir, del siglo XVII, es un templo en una única nave con un retablo central y dos laterales. Atención en Casa Parroquial.
HISTORIA: Navaleno resurge como población a finales de la Edad Media. Sus habitantes proceden de poblados y lugares cercanos diseminados por el monte, La Cruceja y La Tablada entre otros, que, con el auge de La Carretería y la ganadería más extensiva precisan de un camino próximo y una zona de dehesas de pastos en abundancia.
Ya en el siglo XVI hay referencias de operaciones de compra-venta, de litigios entre pueblos y de la colaboración de las gentes en la actividad carretera, que marcará el devenir de Navaleno así como su arquitectura y proyección urbanística.
En 1653 esta documentada la inauguración de su iglesia parroquial, con la presencia de quien fuera Obispo de la Diócesis, Juan de Palafox y Mendoza, quien llegó a ocupar el puesto de Virrey en tierras mejicanas. La iglesia es hoy un templo de una única nave que tiene en el centro de su altar a la imagen de San Esteban Protomártir, venerado el 26 de diciembre. Las fiestas de la Virgen y San Roque, a mediados de agosto y las del Niño Jesús, que coinciden en enero con el segundo domingo después de Reyes, completan un calendario local de fiestas que se ha visto incrementado a lo largo del año con fiestas y celebraciones de distinta índole.
En 1794, el rey Carlos IV concede a Navaleno el beneficio de aprovechar parte de la explotación de los pinos que mantiene la población. Este privilegio, que se ha conocido como la "suerte de pinos", se sigue manteniendo en la actualidad con carácter hereditario.
Hasta 1833, Navaleno integraba parte de la provincia de Burgos, y fue en esa fecha, tras la división provincial de Javier de Burgos, cuando entró a formar parte de la provincia soriana, tierras a las que se accedía a través del entonces tortuoso Puerto de Mojón Pardo.
Navaleno aumentó considerablemente de población en los años 50 y 60 del pasado siglo. La llegada de nuevos habitantes coincidió con el auge del trabajo de la RENFE en la zona de Pinar Grande, en la que estuvo a punto de crearse un pueblo. Entra así en un periodo de incorporación de servicios y nuevas dotaciones. Un empresario navarro se interesa también por Navaleno para iniciar una fábrica de conservas. A finales de los 50 se adecuó la primera piscina olímpica de todos los alrededores, y en 1992 se integra en el camping Fuente del Botón. A finales de los 60 se construye el nuevo colegio Tomás Sainz del Río, hoy integrado en el Centro Rural Agrupado Pinar Grande. A principios de los ochenta se derriba el frontón de piedra y en el año 1993 se inauguran el polideportivo y la residencia de ancianos. Desde el 2006, Navaleno cuenta con el primer museo micológico.
En 1981 se crea la primera cooperativa del mueble, y en las décadas posteriores se han ido incorporando nuevas empresas que han dado nombre y han creado puestos de trabajo con la fabricación de un mueble original y de calidad.


Navaleno visto desde su pinar


Navaleno visto desde su pinar

Casas Rurales con encanto en Soria

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Navaleno (Soria)
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